El director de Proyectos de Hidráulica de Magtel, Andrés Zapico, ha participado en un encuentro organizado por la Asociación Española de Almacenamiento de Energía (Asealen) en el que se han dado a conocer las conclusiones extraídas de un estudio sobre la rentabilidad de las dos tecnologías de almacenamiento de energía más maduras, las baterías de litio y las centrales hidroeléctricas reversibles.
El documento, realizado por G-Advisory (Grupo Garrigues) y Simulyde, con el apoyo entre otros de Magtel, refleja la urgente necesidad de establecer un instrumento de apoyo económico a las instalaciones de almacenamiento para alcanzar los objetivos marcados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Además, se recoge cómo estas instalaciones garantizan la estabilidad del sistema eléctrico español y hacen posible la integración en el mismo de las energías renovables que, por sus modalidades más extendidas -eólica y solar fotovoltaica-, presentan la limitación de una producción no gestionable, puesto que ambas dependen de factores no controlables, como son el viento y la radiación solar, respectivamente.
Desde 2019, Magtel está desarrollando un sistema de almacenamiento de energía distribuido, BlueStorage, basado en centrales hidroeléctricas reversibles. En este sentido, y para intentar frenar los problemas actuales en torno al marco regulatorio que rige estas tecnologías, el director de Área de la compañía, Andrés Zapico, ha señalado que “se necesita cuanto antes una regulación clara para el almacenamiento que permita su despliegue, para lo que será necesario definir un modelo retributivo acorde a los servicios que prestan este tipo de instalaciones”.
Asimismo, Zapico ha incidido en los problemas relacionados con la tramitación administrativa de este tipo de proyectos, que se enfrentan, por ejemplo, a una serie de “dificultades existentes en la tramitación de las concesiones sobre el dominio público hidráulico por parte de la Dirección General del Agua y las Confederaciones Hidrográficas”.
Junto a Magtel han asistido la subdirectora general de Prospectiva, Estrategia y Normativa en Materia de Energía del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Miriam Bueno; el presidente de Asealen, Yann Dumont; así como representantes de otras empresas del sector de las renovables.
La operación de estas instalaciones hidroeléctricas reversibles consiste en el almacenamiento de la energía eléctrica renovable excedentaria del sistema como energía potencial, bombeando el agua a una balsa superior, y cuando es necesario, se procede a su turbinación para devolver al sistema eléctrico la energía renovable que, de otro caso, se hubiera perdido.
Este ciclo que toma y devuelve el agua en el mismo punto (uso no consuntivo) posibilita que el uso del recurso hídrico sea óptimo y permitirá maximizar la penetración en el sistema eléctrico de energías renovables no gestionables, abaratando el precio de la electricidad y los costes globales del sistema, con el consiguiente impacto positivo en la competitividad del sector industrial y la economía del país.