Desarrollamos en Andalucía avanzados sistemas de almacenamiento energético con el objetivo de proporcionar flexibilidad y estabilidad al sistema eléctrico. Estas instalaciones permiten almacenar energía en momentos de baja demanda y liberarla cuando el sistema lo requiere, contribuyendo de forma directa al equilibrio entre oferta y demanda energética.
Uno de los principales beneficios de estos sistemas es su capacidad para desplazar la generación de origen renovable —por naturaleza intermitente— hacia los periodos del día en los que su aportación es más necesaria. De este modo, se optimiza el aprovechamiento de las energías limpias, reduciendo la dependencia de fuentes convencionales y mejorando la eficiencia general del sistema.
Además, estos sistemas están diseñados para ofrecer servicios auxiliares esenciales para el correcto funcionamiento de la red eléctrica, como la regulación de frecuencia, la estabilización de voltaje y la capacidad de respuesta rápida ante alteraciones en la red. Gracias a su electrónica de potencia, pueden intervenir con gran precisión desde mecanismos de regulación primaria —los más inmediatos— hasta la regulación terciaria, contribuyendo de manera decisiva a la estabilidad y seguridad del suministro.
Ámbito de actuación y capacidades instaladas:
Los trabajos se están ejecutando en tres provincias andaluzas: Málaga, Córdoba y Sevilla. En total, se desarrollarán 9 proyectos que sumarán:
Esta iniciativa representa un paso clave hacia la transición energética en Andalucía, impulsando la integración efectiva de energías renovables y dotando al sistema eléctrico de mayor resiliencia, inteligencia y sostenibilidad.
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