La Unión Europea tiene una alta dependencia del gas natural que se usa para generar calor y electricidad, y pretende descarbonizar completamente su economía para el 2050, lo que supone un grandísimo reto teniendo en cuenta el punto de partida de un consumo de 1.780 millones de toneladas de gas natural en 2020.
Actualmente, el hidrógeno representa menos del 2 % del consumo de energía de la UE y se utiliza principalmente como materia prima en procesos industriales, en particular en el refinado de petróleo, en la producción de amoníaco y metanol, pero también como portador de energía. La estrategia del Hidrógeno de la UE ha definido una producción de H2 renovable de 10 Mt para el 2030.
Parece evidente que jugará un papel importante en esta década este vector energético, pero no está tan claro qué tecnologías de producción de dicho gas elemental tendrá mayor relevancia, pues todo depende en gran medida del precio €/kg de H2 al que cada tecnología sea capaz de poner a disposición del mercado, para que los usuarios finales no penalicen sus costes de explotación al sustituir el hidrógeno de fuentes fósiles por el de fuentes renovables.
Aunque ya hay tecnologías renovables que están acercando el precio del hidrógeno verde hacia los precios del hidrógeno gris, negro o marrón, todavía queda mucha investigación por delante para seguir abaratando los costes de producción de los sistemas renovables.
En este camino lleno de incertidumbre sobre cuál será el éxito de cada una de las tecnologías, Magtel ha decidido mantener abiertas investigaciones en varias de ellas, contribuyendo con el objetivo de apoyar el Pacto Verde y la Estrategia del Hidrógeno de la Unión Europea.
En este sentido la compañía coordina un primer proyecto en la línea de la gasificación de biomasa, financiado por la Comisión Europea. El proyecto, denominado HYIELD, tiene como objetivo construir la primera planta de demostración de conversión de residuos en hidrógeno a gran escala de Europa, y producirá más de 400 toneladas de hidrógeno verde durante el proyecto. La ambición es desarrollar una solución sólida y eficiente que allane el camino para la ampliación comercial y su replicación en toda Europa, permitiendo el cierre de vertederos y la producción de hidrógeno renovable de bajo coste en volúmenes relevantes, para contribuir a descarbonizar sectores como el transporte marítimo y la industria pesada.
El segundo proyecto en el que participa Magtel está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, y va en la línea de la electrólisis. Pretende desarrollar redes inteligentes con energía renovable basadas en el hidrógeno, un elemento que facilitará el almacenamiento y ayudará a superar la intermitencia que caracteriza a la generación de energía renovable en forma de electricidad, la cual no está siempre disponibles. Además del almacenamiento, el proyecto también abordará la integración eficiente de generación y el consumo, integrando así en un solo sistema tres fases diferentes para ofrecer servicios de flexibilidad al consumidor final.